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Wednesday, November 24, 2004

Macaferri SIN asociados




En jardín, tuve una noviecita, de esas, que a lo sumo, lo máximo que
podía hacer era agarrarla de la mano, y eso era lo más sexual que podía
sucedernos. Del jardín, tambien me quedó un amiguito que lo seguí viendo
en otro colegio de la primaria , un par de nombres de compañeros, y
alguna cara de maestra jardinera “biang”. Más allá de un par de
anécdotas de niño con algún rastro de talento particular (rastros que
lamentablemente, quedaron en el camino), no quedó mucho más.
Pero la linea 10, tenía un regalo para hacerme, para no dejarme un vacío
de infancia. (conste, que no tiene nada que ver con La Muda, de los
Ladrones Sueltos).


La fackultad me atocigaba por demás, por lo tanto no esperé hasta las
11, para irme. Me retiré antes(8:45), como laucha por tirante, y poder
ver un partido copero de jueves. Estaba realmente muy cansado, por lo
tanto, el viaje lo quise amenizar con una siesta. Me senté en un asiento
doble, cerca del fondo, estaba yo y 3 personas más. Los ojos se me
caían, y en la parada de Corrientes, sube señorita muy elegante, con
rodete, anteojos sin aumento, y falda apenas 5 centímetros por encima de
la rodilla. No pude evitar mirarla cual publicidad*, y me preguntó
cuanto faltaba para la parada de Oro y Santa Fe. Le respondí que era la
misma en la que yo bajaba, que le avisaba al llegar. Agradeció con
sonrisa más que amable, a lo que me dejó sin poder responder de manera
alguna. La señorita se sentó adelante mío, y yo me dispuse a intentar
dormir.
Antes de llegar a Coronel Díaz, sacó un espejo y se puso a retocar una
cara sin maquillaje. Provocó, que mi instinto suicida, le dedicara uno
de los piropos más bizarros, y menos correspondidos que se pueden
decir, lo que me avergonzó mucho más que el quedarme en silencio. Sin
embargo, agradeció la “flor” con una nueva sonrisa, lo cual me intimidó
por demas, y opté por el mutis.
Tal era el cansancio, que me dormí, al extremo que iba a pasarme de mi
parada, si no hubiera sido por que ella me depertó, avisándome que
estábamos llegando a Oro.
De manera eléctrica, me incorporo, me sirvo descender por la puerta
trasera, sin salivar el piso, ni abrir las ventanillas en época
invernal, ni conversar con el conductor. Ella bajó adelante mío, y al
llegar a la vereda, me pregunta por mi padre, llamándolo por su nombre.
Mi sorpresa fue tal que ni siquiera atiné a averiguar como me conocía a
mi y al Gurú…
Enseguida, arremetió sobre el negocio que atendía en aquel entonces, y
ahí ya no me quedó otra que hacer las averiguaciones pertinentes.
Me contó que era del barrio, que me conocía desde que tenía 5 años y bla
bla bla. Agregó que venía de trabajar, y que tenía que llegar a su casa,
sin embargo, me proponía encontrarnos a las 11 30, para ir a tomar algo…
Extremadamente raro, por supuesto, pero más raro, es que le propuse
unos mates en casa para esa misma hora, al que aceptó sin dudar…
Llegué a casa, comí, etc, etc,etc, y se hicieron las 1130, y también las
12, no se que habrá hecho Sabina, pero yo me acosté a mirar televisión,
pensando que era una joda de alguién.
1 de la mañana, timbre: era esta chica, de pantalón de gimnasia y remera
(mucho calor de octubre), con las disculpas por la demora, me comentó
las razones de ese encuentro: De pequeña gustaba de mi, por que era
compañera jardín, se acababa de separar de su marido, y tenía ganas de
arrojar la chinela.
Esa fue la última vez que la ví: dejandome un palito más en el tanteador
de derrotas, y un post tan insólito, como inenarrable**.


*Mirame,mirame,mirame

**Ayudado por mi insignificante poder de redacción.


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